Pie tras pie, gota tras gota de sudor, todo es tan efímero todo es tan rápido, no puedo casi reaccionar al ver pasar a la gente…sigo con mi trastabillado viaje mirando al suelo, pensando en si podré llegar hasta aquella rotonda que diviso a lo lejos, fijo la vista en mi tobillo, otra vez me empieza a doler, no es nada nuevo para mi, hace mucho tiempo que me duele ese tobillo, es como un sacrificio añadido a lo que últimamente me cuesta esto…
Son unos segundos, mi cabeza me invade de pensamientos tontos, pensamientos innecesarios, es como el mecanismo de defensa que tiene mi pequeño cerebro para evitar centrarme en lo cansado o en lo algo dolorido que tengo el tobillo, que tras unos segundos el dolor remitió…
Otra vez pase por aquella farola el momento de llegar estaba cerca, mi gorro empezada a molestarme, la ropa me sobraba, con -3º grados en la calle y me sobraba todo, pero daba lo mismo el momento de llegar, mi meta, estaba cerca, lo divise a lo lejos es aquello,la estampa mas bonita que podía tener de mi tierra, ver todo nevado, y yo, sentirme realizado.
