Alto, bajo, amable, tristón, jovial… todos son iguales todos viven bajo el mismo telón, todos se rigen por el Sol, levantan las sabanas al amanecer y se esconden los sueños pero no las ganas de hacerlos realidad.
El otro día la vida me enseño una lección, una de las más duras, la muerte.
¿Como afrontarla? Viviendo, viviendo todo lo posible para no olvidar a las personas que se han ido, todas las personas dejan huella en otras y esta no fue la excepción, me quedare con su lucha permanente y con sus ganas de vivir.
“Que lo único que se vaya sea su cuerpo, pues su alma vivirá si la recordamos”
1 comentario:
Esa misma ausencia en el transcurrir de la vida te va llenando por dentro.
Cuidate, paisano.
Publicar un comentario